La genialidad salvó el trabajo de Independiente
El Rojo ganó un duro duelo ante su homónimo mendocino con grandes momentos de buen fútbol y un golazo para el recuerdo de Montiel.

El fútbol es un deporte donde se destaca lo colectivo y en Argentina no solo desde el juego. Los hinchas nos subimos al éxito y decimos "ganamos" y hasta podemos sentirnos parte de una derrota inexplicable en la que expresamos "Mirá contra quien venimos a perder". Sin embargo, el hecho individual siempre tiene lugar. El destaque personal en un campo de juego con 22 jugadores y un estadio con miles de almas es posible y sobre todo si en un solo movimiento hay tanto. Porque en el golazo de Santiago Montiel hay belleza, lujo e inteligencia que desataron el desahogo grupal de un Independiente que comienza una semana de esos desafíos que entusiasman a todos.
El tremendo golazo de Montiel para Independiente ante Independiente (M)

El Rojo ganó merecidamente ante Independiente Rivadavia, lo mereció desde la tenencia de la pelota, la cantidad de llegadas, el empuje y el hambre de querer seguir ganando en el Libertadores de América. Si bien es cierto que el rival tuvo alguna clara, sobre todo en el primer tiempo con un disparo que dio en el palo del arco defendido por Rodrigo Rey, el equipo de Julio Vaccari tuvo una gran tarde con apellidos que tuvieron un rendimiento alto como Luciano Cabral, Iván Marcone y hasta el siempre señalado Federico Vera completó un correcto partido ¿Pero cómo hacemos para no seguir hablando de lo que hizo Montiel? No se puede.
El 7 de Independiente que ya en el primer tiempo levantó a la gente con un enorme desborde contra la raya, tuvo su gran tarde. Porque si bien ya había recolectado aplausos y elogios con su enorme gol de tiro libre ante Deportivo Riestra en el campeonato pasado, el golazo de chilena de ayer está por encima. No sólo por la genialidad y repentización estética a la hora de definir, sino que además con esa gema, Montiel validó todo lo hecho por sus compañeros hasta acá y evitó la injusticia de que este equipo se quedara tan pronto en el camino. Independiente, más allá de algunos bajones, es uno de los grandes animadores del campeonato y la joya del 7 le permite avanzar y tener en una semana un partido grande. Gracias a la exquisitez de Montiel, el Rojo va a la Bombonera solamente a pensar en lo suyo y su objetivo grande. Acá no hay crisis ajenas, definiciones en otras canchas o goles propios gritados por ajenos. En La Boca tiene que ser todo Rojo.
Pero no me quiero adelantar, el jueves hay otro partido importante para el semestre y así se tiene que afrontar. Por suerte, Vaccari parece entender a la perfección la responsabilidad que presenta ser el entrenador de Independiente. "Aprendí varias cosas en este club y que es diferente al resto. Hay que ganar y hay que ganar jugando bien y yendo a buscar el partido todo el tiempo", explicó el entrenador en la conferencia. Y sí, es así. Un club con una idiosincrasia diferente, muchas veces pesada, pero nuestra. Para solo hablar de fidelidad o aliento pueden encontrar muchos equipos que dicen ser de esa forma desde la C hasta la Primera. Ojo, que acá también valoramos la cantidad de socios y ayer se agotaron las entradas. Pero juntar gente lo puede hacer una cantante pop o un trapero. Con Guaraní hay que ganar porque hay que seguir manteniendo el difícil status de ser un club copero. Que hasta con todas las falencias que demostró en este primer cuarto de siglo pudo agrandar su vitrina.
Volviendo al plano local, el duelo con Boca ya se empieza a vivir y hay que disfrutarlo. Como el regalo que ayer nos hizo el 7 de Independiente con esa chilena con sabor a cerveza helada en verano, con aroma a asado un domingo al mediodía, con la belleza de una obra de arte. Lujos y alegría como que gane Independiente jugando bien y con un golazo.
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