Cuál es el significado de León, el nombre del nuevo Papa y por qué lo eligió
El reciente líder del Vaticano, Robert Prevost, busca inspirarse en un legado centrado en reformas sociales, defensa de los trabajadores y compromiso con los más necesitados.
El reciente elegido como jefe de la Iglesia Católica, el cardenal estadounidense Robert Prevost, decidió llamarse León XIV, convirtiéndose en el sucesor del argentino Jorge Bergoglio al frente del Vaticano. Su elección, lejos de ser casual, refleja una intención clara de retomar una línea histórica con fuerte impronta social.
Cuál es el significado de León, el nombre del nuevo Papa y por qué lo eligió
Prevost decidió adoptar ese nombre en referencia a León XIII, quien gobernó la Iglesia entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, siendo recordado por su enfoque reformista y su defensa de los derechos laborales y la justicia social. Su encíclica Rerum Novarum es considerada un pilar dentro del pensamiento social católico.
Además del homenaje a su predecesor, el nuevo Papa apunta a enviar un mensaje contundente. Con su elección, busca poner en agenda temas como salarios dignos, condiciones laborales seguras y una mirada más comprometida hacia los sectores postergados.
El nombre León tiene una larga tradición dentro del papado. Antes de esta elección, fueron trece los pontífices que lo utilizaron, siendo dos de ellos especialmente relevantes en la historia eclesiástica.
Uno de ellos fue San León I, conocido como “el Magno”, quien lideró la Iglesia entre los años 440 y 461. Su figura es venerada por su firme defensa doctrinal frente a las herejías y por su célebre encuentro con Atila el Huno, a quien convenció de no avanzar sobre Roma.
En tanto, León XIII dejó una huella profunda en la doctrina católica moderna, no sólo por su postura ante los conflictos laborales de su tiempo, sino por su impulso a una Iglesia más cercana a los problemas del mundo real. Fue él quien sentó las bases de la doctrina social que aún hoy se discute y se desarrolla.
Así, al elegir ese nombre, León XIV establece un vínculo simbólico con dos figuras centrales del catolicismo, y marca una dirección concreta en el inicio de su pontificado.
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