El Eternauta en Netflix: las diferencias entre la serie y el comic
La adaptación modifica el contexto temporal, altera la narrativa y refuerza aspectos identitarios para conectar con el presente.

La esperada serie que reimagina El Eternauta finalmente llegó a la pantalla de Netflix, marcando un hito en la producción audiovisual nacional. Con Ricardo Darín como protagonista y bajo la dirección de Bruno Stagnaro, el proyecto tomó forma tras múltiples intentos frustrados.
El Eternauta en Netflix: las diferencias claves entre la serie y el comic
Una de las decisiones más determinantes fue trasladar la acción desde los años '50 hasta la actualidad. El cambio temporal busca replicar el impacto que la historieta tuvo en su época: generar identificación directa con el contexto urbano. Stagnaro defendió esta elección señalando que la historia debía desarrollarse en el mismo tiempo en que el espectador la consume. Así, Buenos Aires vuelve a ser escenario protagónico, aunque con una estética contemporánea.
A diferencia de versiones previas que fracasaron al intentar condensar la obra en tres actos tradicionales, esta serie adopta un formato serial que le permite explorar con mayor libertad narrativa. En lugar de seguir al pie de la letra la cronología del cómic, se optó por una estructura que prioriza la coherencia emocional y la atmósfera. Si bien aparecen elementos de la segunda parte, el foco está puesto en los eventos del primer volumen.
Lejos de apoyarse únicamente en efectos especiales, los responsables del proyecto destacaron la importancia de profundizar los vínculos humanos. La ambición técnica queda en segundo plano frente al objetivo de construir relaciones significativas entre los personajes. La serie narra un evento catastrófico en tiempo real, subrayando la solidaridad y la resiliencia del grupo, y manteniendo el enfoque en la épica de lo cotidiano.

El protagonista, Juan Salvo, fue desarrollado como un personaje con conflictos específicos y aristas emocionales. El eje de la historia sigue siendo la resistencia liderada por un grupo común de personas; la narrativa, entonces, combina la supervivencia con la posibilidad de redención, otorgando nuevas oportunidades a quienes habían quedado marginados.
Una característica distintiva del enfoque elegido es la fuerte presencia de referencias culturales locales, que aportan autenticidad a la trama. Desde objetos analógicos hasta soluciones improvisadas, la serie refleja la manera argentina de afrontar lo extraordinario con creatividad y recursos limitados. Esta lógica también se aplicó a la producción, que debió sortear limitaciones presupuestarias con ingenio.
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