El golazo y la historia de Mainero: el héroe del Platense campeón que trabajaba en una fábrica de juntas y arandelas
No había mejor forma de marcar el gol del título que con un zurdazo al ángulo. Gracias a la exquisita volea de Guido Mainero, Platense venció 1-0 a Huracán en la final del Torneo Apertura 2025 en Santiago del Estero y se consagró campeón por primera vez en su historia. Un gol que se mete en las páginas doradas del fútbol argentino.
No había mejor forma de marcar el gol del título que con un zurdazo al ángulo. Gracias a la exquisita volea de Guido Mainero, Platense venció 1-0 a Huracán en la final del Torneo Apertura 2025 en Santiago del Estero y se consagró campeón por primera vez en su historia. Un gol que se mete en las páginas doradas del fútbol argentino.
Pasado el primer cuarto de hora del complemento, con la pantalla gigante del Único Madre de Ciudades indicando el 0-0, el Calamar le sacó gran provecho a una pelota parada y no perdonó al Globo, que hacía cada vez más méritos para abrir el marcador: Vicente Taborda volvió a hacer gala de su notable pegada y envió un centro pinchado para Ignacio Vázquez, pero éste no pudo ganar de cabeza en medio del forcejeo y la pelota quedó boyando en el área grande.
Justamente donde estaba solo el N°7, que la dejó picar una vez, la cortó con el botín izquierdo y la ubicó en el rincón más lejano del arco de Galíndez, cuya estirada resultó en vano. Fue imposible atajar ese remate y contener la euforia de todo el público de Platense y la dupla técnica de Favio Orsi y Sergio Gómez.
Volea infernal de Mainero y Platense se adelanta en la final ante Huracán
Hoy es el héroe de Platense y está en boca de todos por su magnífica definición. Pero hace un par de años, Mainero era un laburante más del fútbol. Los hinchas de Instituto, club de sus amores y donde debutó en 2014, lo veían a primera hora del día pedaleando con destino al predio La Agustina. Iba todas las mañanas a entrenar en su fiel bicicleta amarilla, hasta que pudo juntar unos pesos y comprarse un auto.
“Pegué el estirón y me quedó chica. Igual son seis o siete cuadras nomás. Por suerte, hace poquito me pude comprar un auto, pero aun estando en la Primera me venía en la bici”, le contó a La Voz allá por 2016.
Y recordó que, cuando terminó la secundaria, no se dedicó de lleno a la pelota, sino que tuvo que arremangarse y trabajar en una fábrica de juntas y arandelas para llegar a fin de mes. Practicaba a la mañana con la Gloria y se ponía el overol por la tarde: “Estuve unos meses nomás. Era un momento en que no veía salida en el fútbol. Pero ayudaba un poco nada más”.
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“Lo soñamos. Es hermoso, porque somos chicos que la peleamos. Somos pocos los que pasamos por esta instancia. Para mí es la primera. Sabíamos que te cambia todo: te cambia lo personal, lo grupal, todo. Platense viene haciendo las cosas muy bien. Queda festejar porque dejamos la vida y hoy tenemos este premio, lo más lindo. Vamos a disfrutar con esta gente, que nos acompañó en cada fase”, expresó el cordobés.
Mainero festejó el título de Platense y recordó sus inicios
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