Gran Premio de Bélgica de 1981: el último triunfo de Reutemann que no pudo festejar
El santafesino ganó por última vez en la Fórmula 1 en Zolder 1981, una carrera recordada por el caos y sus incidentes.

El Gran Premio de Bélgica de 1981, disputado el 17 de mayo en el circuito de Zolder, está marcado en la historia del automovilismo argentino por ser el escenario del último triunfo de Carlos Reutemann en la Fórmula 1. Aquel domingo, el piloto santafesino consiguió su duodécima victoria en la categoría más importante del mundo. Su conquista, sin embargo, no tuvo festejo por parte del propio Reutemann frente a lo que había sucedido en los días previos. Conocé los detalles.
Zolder fue sede de la carrera en reemplazo del tradicional Spa-Francorchamps, que ese año no estaba disponible por trabajos de remodelación. El trazado belga, más corto y con boxes estrechos, ya había generado críticas en el pasado por sus condiciones de seguridad. Durante las prácticas del viernes, Reutemann fue protagonista involuntario de un incidente que terminaría en tragedia: atropelló al mecánico Giovanni Amadeo, del equipo Osella, quien sufrió heridas de gravedad y falleció horas después.
Esta situación provocó conmoción y abrió un debate sobre la seguridad en el ingreso y movimiento en boxes. Como si fuera poco, el domingo ocurrió otro episodio grave en la largada: Riccardo Patrese quedó detenido en la grilla y su compañero Siegfried Stohr lo impactó desde atrás, lo que provocó que embistiera al mecánico Dave Luckett, quien intentaba arrancar el auto manualmente.

A pesar de este contexto, Reutemann mantuvo la concentración, largó desde la pole y mostró desde el inicio un ritmo sólido. Con el avance de la competencia y los abandonos de Alan Jones, su compañero en Williams, y Nelson Piquet, Lole tomó la delantera de forma definitiva. La lluvia, que empezó a intensificarse conforme avanzaba la carrera, obligó a levantar la bandera a cuadros en la vuelta 54, sin completar las 70 programadas. Reutemann, que hasta ese momento le llevaba más de minuto y medio de ventaja al francés Jacques Laffite, quedó como vencedor. En el podio, sin embargo, eligió no levantar los brazos ni celebrar, entendiendo que el tono del fin de semana no ameritaba gestos triunfalistas.

El Gran Premio en Zolder también dejó otros datos significativos; solo 12 autos cruzaron la meta, producto tanto de la exigencia del clima como de las características del circuito. Además, fue un día especial para un joven Nigel Mansell, quien sumó sus primeros puntos en la Fórmula 1 al terminar tercero con Lotus, y el podio lo completó Laffite con su Ligier-Matra. Aquel día marcó el debut en la zona de puntos para quien más adelante sería campeón del mundo, pero también el cierre del camino victorioso para Reutemann, que aún pelearía el campeonato hasta el final de esa temporada, pero no volvería a ganar una carrera.
Ese triunfo fue el último de un piloto argentino en Fórmula 1; Reutemann se retiró al año siguiente, sin anuncios llamativos y fiel a su estilo, Zolder quedó como el símbolo de su despedida en una jornada cargada de emociones.
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