Alberto Ascari, el bicampeón de la Fórmula 1 que se accidentó en el GP de Mónaco 1955 y murió cuatro días después
El italiano terminó en un hospital por su choque en este Gran Premio, pero al poco tiempo volvió a subirse a un auto y falleció en Monza.

Alberto Ascari fue un histórico piloto de la Fórmula 1 que en 1953 se convirtió en el primero automovilista en ser campeón de la máxima categoría, pero dos años después perdió la vida al volante en una semana trágica para él que comenzó el 22 de mayo en el Gran Premio de Mónaco y tuvo dos choques.
Alberto era el hijo de Antonio Ascari, otra leyenda de las carreras de autos que murió el 26 de julio de 1926 en el antiguo Gran Premio de Francia cuando golpeó contra las vallas, se enredó con los alambres y volcó para terminar falleciendo a las horas en el hospital.
A pesar de la traumática muerte de su padre, Ascari incursionó en el mundo de las carreras pero al principio lo hizo en moto, hasta que participió de las Mille Miglia de la mano de Ferrari, y desde ese momento se metió de lleno en el automovilismo.
El italiano formó parte de la primera temporada de la Fórmula 1 en 1950, que terminaría ganando su compatriota Giuseppe Farina, con Ferrari, en la que culminaría en la quinta posición de la tabla. Al año siguiente, mejoró considerablemente su nivel y culminó como subcampeón, por detrás del argentino Juan Manuel Fangio.

En 1952 comenzó su dominio en la F1 con un título que ganó sin atenuantes, imponiéndose en seis de las ocho carreras del año. La temporada siguiente hizo algo similar, ganando cinco GP de los ocho que se disputaron, aunque en realidad fueron nueve porque las 500 millas de Indianápolis también contabilizaron, y dejó en el segundo lugar a Fangio transformándose en el primer bicampeón de la historia de la Fórmula 1.
En 1954, cuando el argentino logró su segundo campeonato, Ascari bajó su nivel y solamente participió en cuatro carreras de las cuales no pudo finalizar ninguna. De cara a la temporada 1955, el italiano se preparaba para volver al ruedo, pero tras disputar los primeros dos GP terminaría falleciendo de manera fatídica.
Tras inaugurar la temporada con el Gran Premio de Argentina, la Fórmula 1 continuó el año 1955 con el GP de Mónaco, que terminaría siendo el último de Ascari, a pesar de que su muerte no se dio directamente en suelo monegasco, pero su choque allí fue el detonante.
El 22 de mayo se corrió el Gran Premio de Mónaco, y el italiano sufrió un choque tan inédito como impactante siendo el líder de la carrera: perdió el control de su auto a consecuencia de la pista, atravesó la barrera de seguridad y terminó impactando cerca de un muelle, por lo que terminó en el Mar Mediterráneo.
Rápidamente, Ascari salió del agua pero se encontraba en estado de shock y con la nariz rota, y fue trasladado directamente a un hospital para ser asistido. Su Ferrari-Lancia D50 fue rescatado de las profundidades mientras él dormía en la clínica.

Apenas cuatro días después del accidente, Alberto Ascari viajó a Italia y apareció en Monza, sorprendiendo a propios y extraños, para presenciar el entrenamiento de Eugenio Castellotti, compatriota que también formaba parte de aquella temporada de la Fórmula 1.
Habían pasado 96 horas de su choque en Mónaco, pero así y todo Ascari pidió subirse a una Ferrari deportiva para demostrar que el impacto no lo había cambiado. Sin embargo, sólo tres vueltas después de arrancar volvió a accidentarse en el antiguo giro a la izquierda que daba a la contrarecta, y esta vez sí fue mortal.
Fue tal la conmoción por su fallecimiento que desde 1972 en esa curva hay una chicana extra para evitar que más pilotos se accidentaran en el mismo lugar que chocó Alberto, y después de crearla la FIA decidió llamarla Variante Ascari. Padre e hijo terminaron muriendo de la misma manera: arriba de un auto.

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